El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en muchos países del mundo. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
En octubre de 2014 una niña pakistaní, Malala Yousafzai, recibió el premio Nobel de Paz, convirtiéndose en la ganadora más joven de este premio en toda su historia.
A sus 17 años Malala representa hoy para el mundo la lucha por los derechos de las mujeres y las niñas, en especial por la educación.
Malala es originaria de Mingora, un pequeño pueblo de Pakistan donde el régimen del Tehrik e Taliban Pakistan -organización terrorista asociada al movimiento talibán, que proclama el extremismo religioso islámico y el yihadismo- prohibió la asistencia de las niñas a la escuela.
Cuando Malala tenía 11 años comenzó un blog para la BBC, bajo el pseudónimo “Gul Makai”. En este blog Malala relataba lo que vivía al estar sometida a las reglas del Talibán, y compartía sus ideales sobre la educación de las mujeres.
Sin embargo fue un terrible episodio lo que atrajo los ojos y la solidaridad del mundo hacia ella. Tenía 15 años de edad, cuando un miliciano del grupo terrorista atacó el vehículo escolar en que ella y otras niñas se transportaban y le disparó con un fusil en repetidas ocasiones, impactándole en el cráneo y cuello.
La escritora española Rosa Montero, en entrevista con Malala, relata que “La bala entró por debajo del ojo izquierdo y salió por el hombro. Le destrozó los huesos de media cara, cortó el nervio y rozó el cerebro, que se inflamó tanto que tuvieron que quitarle toda la tapa de la cabeza. Durante meses estuvo con el cerebro al aire y con el pedazo de cráneo metido, para su conservación, bajo la piel del abdomen (al final tiraron el hueso y le pusieron una pieza de titanio). También estuvo meses con medio rostro desplomado: no podía reír, apenas podía hablar, no podía parpadear con el ojo izquierdo y los dolores eran terribles”.
Luego de repetidas intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos, Malala volvió a la escuela en Londres. Desde su día a día escolar, sigue luchando por la educación de todas las niñas del mundo, lo que ha señalado como “su razón de vivir, su empeño y su orgullo”.
Yo soy Malala: la hija de un maestro
A sus 16 años Malala publica su libro “Yo soy Malala”, una obra que no es propiamente sobre ella, sino el relato de una familia desterrada por el terrorismo global y de la lucha por la educación de las niñas.
En el libro destaca cómo un padre (Ziauddin Yousafzai), propietario de una escuela, apoyó a su hija y la alentó a escribir y a ir al colegio, en una sociedad en que la educación se negaba a las mujeres y en la cual se privilegia a los hijos varones. Su libro habla de unos padres valientes que quieren a su hija por encima de todo.
La voz que resonó en el mundo
El enviado especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial, Gordon Brown, lanzó una petición a nombre de Yousafzai con el slogan “Yo soy Malala” pidiendo que todos los niños del mundo tengan acceso a la educación para el 2015. Esta petición ayudó a la ratificación de la primera ley de “Derecho a la Educación” de Pakistan.
Además de su nominación al Premio Nobel de la Paz, la revista Time nombró a Malala una de las 100 personas con más influencia en el mundo en 2015. |
Ese mismo año las Naciones Unidas organizaron un evento al que llamaron el “Día de Malala”, en el que la joven dio un discurso en acerca del acceso mundial a la educación. Fue el primer discurso de la adolescente después del atentado. Ella dijo: “El día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que han levantado sus voces por sus derechos”.
Premios que ha recibido
2011 – Premio Nacional por la Paz, por su defensa de la educación de las niñas, Pakistán.
2011 – Nominación Premio Internacional de los Niños por la Paz.
2013 – Premio Simone de Beauvoir, Francia.
2013 – Premio UNICEF de España por su defensa del derecho de las niñas a la educación.
2013 – Premio de la Paz Internacional Tipperary, Gran Bretaña.
2013 – Premio Embajador de Conciencia por Amnistía Internacional.
2013 – Premio Internacional Infantil de la Paz, Holanda.
2013 – Premio Internacional Cataluña, España.
2013 – Premio Clinton Ciudadano Global por la Fundación Clinton, Estados Unidos.
2013 – Premio Peter Gomes de la Universidad de Harvard.
2013 – Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia de la Eurocámara.
2013 – Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación de México.
2014 – Premio Nobel de la Paz.